Recientemente la
corporación Levis lanzo su campaña Go Forth. La principal pieza de
publicidad es un video en el que se recita el poema « El
corazón que ríe » de Charles Bukowsky. De una parte, no puedo
evitar preguntarme sobre que es lo que ocurre cuando una corporación
explora en su publicidad las maneras de ser, de hacer y de decir contestatarias.
La discusión sobre eso eso podría alargarse unos dos o tres cafés
y solo tenemos un café con Don Buko.....
Hace tiempo creía
que cuando cuando las personas se piensan diferentes y se deciden por
un cambio, tenían dos opciones. Pensarse diferente quiere decir que
se tienen problemas para ser los mismos y afrontar con el mismo
“espíritu” circunstancias diferentes o que no se puede ser lo
mismo que se ha sido a pesar de la similitud de las circunstancias.
La respuesta a esa situación se hace al menos de dos maneras. La
primera de las dos opciones es la forma de la epifanía. Es aquella
explosión de poder en sus formas de voluntad y claridad para cambiar
de un momento a otro. Es la combustión espontanea del viejo ser. El
sufrido sendero del mártir que ha tenido la revelación de dios. Son
los que tocan fondo de manera meteórica y desde allí, desde el
origen, renacen, mutan, evolucionan. La acción brillante del héroe.
La via de la necesidad. En todo caso, son aquellos que no ponen
primeras piedras sino que de repente como los genios de la lampara,
se hacen aparecer, se habitan diferentes, como en una nueva casa.
La
otra, es la de los que no tienen fondo. Los que solo quieren cambiar
una parte de si mismos, porque saben de manera pragmática que ya hay
cimientos, porque se estrellan a cada rato contra sus propias
paredes. Son los que saben que nada pasa, que no hay catástrofes
esenciales, ni mundos por salvar, ni fundamentos que encontrar. Saben
que en el trabajo diario sobre si mismos pueden descubrir la novedad,
que la curiosidad de cada día alimenta el hambre que queda tras
dejar de buscar los comienzos y los finales. Son los que miran cada
vez la fatiga y la pereza con respeto. Saben que son enemigas y
amigas que seducen, que traicionan. Es el continuo habitarse por
partes. Golpe a golpe, paso a paso, día tras día. Resistiendo lo
avanzado, justificando los retrocesos. Es la vía de la esperanza.
Despues me di cuenta
que solo eran dos vias de la ciudad de la vida. Concluí al mismo
tiempo que lo único que me hace ser el mismo es mi forma de cambiar
y que se cambia solamente para seguir siendo el mismo, pero ya no le
tengo mucha fe a esos “hallazgos” contradictorios.
En temas como
estos, hablar sin haber contrabandeado o sobornado alguna emoción
con alcohol o estimulantes aburre rápidamente. Afortunadamente
nosotros tenemos nuestro café, nuestras oportunidades y a veces, un corazón que ríe.
que bueno que ahora convidas, hasta hace unas horas solo pedias uno...el cafecito es siempre muy rico, pero definitivamente sabe mejor acompañado.
ReplyDeleteEs pagina en construccion. Es una idea que se esta puliendo!!!
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