A veces una canción es suficiente. No importa qué diga, su repetición produce la presencia que no puede ser reparada. No tiene las palabras exactas, pero las palabras que tiene son sentidas, valoradas, amadas y odiadas. Tiene solo el ritmo, el espiritu, la fuerza para conectar esos dos espacios de tiempo tan lejanos entre el momento mas puro y mas nitido y el momento mas existencial. En ese camino, una entre mil canciones lo logra. Y cuando lo logra uno solo puede dar las gracias. Gracias a la vida. No hay ningun lamento en el fondo. Solo unas enormes ganas de vivir, vivir, vivir!!!. Buen dia!
Yan Thomas escribío en « Les artifices de la vérité en droit commun médiéval » que la ficción es una negación de la verdad evidente. Que la ficción transgrede para fundar de otra manera el orden mismo de la naturaleza de las cosas. La ficción permite tener el el poder de controlar lo real rompiendo ostensiblemente con el. Pero a mi me parece que hablaba del amor, no es verdad?.
A la manera de balas perdidas las palabras se transforman en el aire olvidando su trayectoria, su significado, esperando, ojalá, el momento en el que el plomo, la pólvora y la energía se desintegren en una diminuta ausencia.
Los que miden, todos los que creén que tienen algun poder y tienen algun poder porque los otros les creén. Llevan cuentas sobretodo para establecer quienes no cuentan. Se deshacen del exceso, de los sobrantes, de los que estorban, los envian como carne de cañon a la guerra del hambre, a la guerra de la soledad o a la guerra de la carne, mucho mas solitaria aun. Se deshancen de los que dejan de ser humanos y tener un nombre y sueños y sed. Se deshacen de los que se han dejado de amar, los que se han olvidado, los que ya no se ven, (a un clic de Facebook). Hacer las cuentas y ser un pequeño soberano... pero, igual quíen podría negar el absoluto derecho a ser un autócrata con su propia vida?. Extraña legitimidad del poder que aún no conoce revolución que le corte la cabeza.