Leonard Cohen. Differents Sides.
Cuando,
en lo alto del Cáucaso, Prometeo advirtió que las cadenas, tenazas,
camisolas, parapetos
y otros escrúpulos, en suma, lo entorpecían, se levantó por su
lado izquierdo, cambiando
de posición, estiró su brazo derecho y, entre cuatro y cinco horas
del otoño, descendió
al bulevar que lleva de la «Madeleine» a la «Opera».
Diversas
celebridades pasaban muy ufanas ante sus ojos. ¿A dónde irán? se
preguntó Prometeo,
y sentándose en un café preguntó: «Camarero, ¿sabe usted a dónde
van todos esos?»
«Si
el señor los viera pasar como yo todos los días, dijo el camarero,
podría preguntarse todavía
con mayor razón de dónde vendrán. Debe ser de un mismo sitio,
puesto que pasan todos
los días. Y yo me digo: puesto que vuelven a pasar, es que no han
encontrado. Espero ahora
que el señor me pregunte: qué buscan, para que vea qué es lo que
le voy a contestar.»
Entonces
Prometeo indagó:
«¿Qué
buscan?»
El
camarero replicó:
«Puesto
que no se quedan, no será la felicidad. El señor me creerá, si
quiere, y, acercándosele, le
dijo más bajo: Lo que buscan es su personalidad».
Andre
Gide. Le prométhée mal enchaîné. 1889.
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